Uno de los componentes más revolucionarios que trajo aparejado el fenómeno Facebook y Twitter tuvo que ver con la ruptura de la sideral asimetría entre la corporación informativa y los generadores de contenido. En otras palabras permitió que cualquiera con ganas y creatividad pudiera generar rápidamente una base de seguidores desde donde impulsar sus ideas, sin tener que recurrir y canalizar su propuesta vía las instituciones informativas tradicionales.
Esto abrió una era de oro donde la información se multiplico exponencialmente, premiando la instantaneidad e interactividad en detrimento de la calidad del contenido. Sin embargo el enorme negocio que trajo aparejado esto fue convirtiendo paulatinamente a empresas como Facebook y Twitter en nuevos monstruos empresarios más preocupados por sus balances y tenedores de acciones, que por seguir profundizando la revolución 2.0.
Un claro ejemplo de esto es el nuevo sistema que utiliza Facebook en sus Páginas, donde si uno publica contenido, el mismo es compartido por menos del 10 % del total de los seguidores de la página, a menos que uno invierta dinero en impulsar su publicación. Este nuevo modelo de negocios significa una involución en relación a las trasformaciones mencionadas, abriendo nuevamente la brecha entre las corporaciones informativas y los generadores de contenido, haciendo cada día más difícil hacer llegar el mensaje sin tener el respaldo económico correspondiente.
Un claro ejemplo de esto es el nuevo sistema que utiliza Facebook en sus Páginas, donde si uno publica contenido, el mismo es compartido por menos del 10 % del total de los seguidores de la página, a menos que uno invierta dinero en impulsar su publicación. Este nuevo modelo de negocios significa una involución en relación a las trasformaciones mencionadas, abriendo nuevamente la brecha entre las corporaciones informativas y los generadores de contenido, haciendo cada día más difícil hacer llegar el mensaje sin tener el respaldo económico correspondiente.
Sin embargo el cambio generado por las revolución 2.0 quedo para quedarse y es imposible volver a las asimetrías existentes antes de que todo esto estallara, lo que significa que Facebook y Twitter irán transformándose paulatinamente en dinosaurios corporativos a la vez que surjan nuevas plataformas que vuelvan a proporcionar esta posibilidad de empoderar al generador de contenido y facilitando su libertad de expresión.
Gonzalo Sánchez Rey
@gonsanchezrey
Emprendedor Argentino promoviendo Iniciativas de #RSE, Desarrollo Sustentable y Participación Ciudadana.
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| Gonzalo Sánchez Rey @gonsanchezrey |
Emprendedor Argentino promoviendo Iniciativas de #RSE, Desarrollo Sustentable y Participación Ciudadana.